domingo, 18 de diciembre de 2011

Inusual del modo más usual.

Hoy me he decidido a ser inusual del modo más usual, empezando por romper la rutina.

Hemos llegado a este punto, yo para darme cuenta de lo mucho que había esperado por ver tus ojos a mi lado en una nueva mañana; odio que las cosas no salgan como las planeo, pero me detengo a pensar… yo no hago planes… y el egoísmo que me ahoga, hablemos de tú y yo…  no tengo la necesidad de repetir porqué me gusta tanto esta melodía, quiero que me digas cuantas veces más tendremos que pasar por esto, si no sucedió la primera vez nunca más sucederá, creí que creías en las señales… ¿?
 Que ha sido de nosotros que nos hemos abandonado en un árbol muerto, nos convertimos nuevamente en las hojas deshechas por otra estación, he venido nuevamente para decirte que no espero que escuches mis palabras, mucho menos espero que cuando abra la puerta te encuentres ahí, colgando de una sonrisa y tomando fotografías, creando nuestro futuro a base de un pasado inexistente, como todos mis trabajos metodológicos, seamos honestos, ha sido el sonido más horrible que he escuchado en mi vida.
Todos comentemos errores, unos más grandes que otros, esperando que nadie los note, riendo de los que notamos, reemplazando a los olvidados por los nuevos, enseñaré cómo funciona el mundo a base de una construcción repleta de aire.
Recordaba tener unos lentes, pero he olvidado cómo me veías cuando los tenía, ser como tú, que con la soledad te repletas de fealdad, si es que puedo usar ese término, evitando hacer parecer que blasfemo con palabras prohibidas rebozando en envidia.

Si me ha vuelto a doler la cabeza, no ha tenido explicación, más que consumir otra vez las píldoras que me ayudan a desaparecer; quise hacer bien las cosas, pero he de hacerme falta la voluntad que te rodea, si quiera con la habilidad y tiempo que ambos poseemos, has de tomarte de nuevo las cosas personales, esperando culpas no correspondidas, como el amor que recibiste un verano hace muchos inviernos, porque en otra estación el clima no te lo permitiría; estaba persiguiendo el hielo, pero cuando noté que se derretía me fue imposible hundirme para alcanzar el agua filtrada, no funciono sin nieve. 
Compré un marco, lo regalé y enmarqué tu foto, planteé una adivinanza, su respuesta me tomaría cientos de años pero me llevaría al lugar de tu existencia, tal vez en otra dimensión, esperemos que esta vez no me tome tanto tiempo como en la vida pasada, me he cansado de volver a nacer, esperando desenterrar recuerdos que aún no tenemos ni vivimos, suspiro… (…)
Pero empezamos con una nueva página y un nuevo sonido, has de apostar que la vida tiene música de fondo, la nuestra es una buena música callejera, mezclada con algo de noise pop; no tengo la menor idea de cómo suena eso, y me ciega la luz de mi cuarto y mis párpados usan a mis pestañas como soporte para evitar cerrarse.
Que cansancio, siento, siento, muero, muero, mañana despierto para notar que sólo te has esfumado como cadáver de tumba, me caeré en las estrellas para aterrizar en la tierra, alzaré la voz para que me tomen menos en cuenta y carecer de coherencia, mira, que has ocasionado otra catástrofe, definamos este choque cultural.
Las letras desvanecidas en miel de mi pared, y mi ropero lleno de imágenes, te gusta? Ver cómo me derrumbo? Ver como lloro? Pues no te quedarás con las ganas, pero nunca saldrás con tu gusto.

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