Las cámaras alrededor de mi vida me tienen algo aturdida, la
parte trasera de mi casa está vigilada; hoy siento que necesito cambiar, tengo
muchas razones para hacerlo, no por todas las falacias que han sido creadas, si
no por mí, cosas importantes me han demostrado que necesito algo nuevo, tengo
tiempo, tengo posibilidades, opciones, es tan fácil decir, es tan fácil hacer,
pero es muy difícil permanecer, creo que nos hemos acostumbrado a todas
aquellas cosas de paso, que cuando algo se vuelve estable termina siendo
despreciado.
Hasta la segunda, quizá la tercera, todo lo que necesitaba
quedó a mi alcance, sus miradas tan inestables, necesitaba que entrara a mis
venas de nuevo, se volvió parte de mi torrente sanguíneo, no pienso volver ahí,
meses de rehabilitación para darme cuenta de un estúpido capricho más, no me
importa deshacerme de las memorias, me interesa reírme de ellas y sentirme
estúpida cada vez que recuerdo cómo desconfiamos.
Pararme sobre los escritorios dejó de solucionar las cosas,
manifestarme ante mis murallas se volvió tan aburrido, cerraré los ojos y quizá
se vaya cuando los abra, hay suficiente diversión aquí en mis labios, bien por
el paso, mal por las rutas alternas, me volví el pueblo perdido.
Demoliendo con tus palabras de
nuevo, me acuerdo cuando parecías tan decente, al igual que yo, no te
preocupes, tengo otro regalo para ti, llegó, por fin, la espera se consumió, no
necesito aprender más, qué crees? Estoy sonriendo, voy a empezar a hacer las
cosas mal.
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