No me di
cuenta, es que quizá dejé que sucediera muy rápido, quizá esa barrera
protectora me falló, pero es que estaba tan perdida en mis ilusiones de conocer
como la palma de mi mano a un extraño que pensé que quizá por primera vez no me
iba a equivocar.
Me inyecté
muy pronto de ti, supuse que estaba mal, pero en verdad que no me importaba en
esos momentos, lo medité, lo soñé, lo escuché una y otra vez en mis realidades
alternas, sabía que era muy pronto, las imágenes moviéndose con un efecto ajeno
a los que yo conocía, todo tan lento pero sucediendo tan rápido, creo que me
enamoré de que limitaras mis posibilidades de ser feliz, porque aunque no
llegué a esa felicidad, sabía que contigo la podría lograr, pero era como si me
estuvieras quitando algo tan anhelado y me lo estuvieras dando por partes, como
una recompensa por mi amor.
Ese
sentimiento de mi piel erizada por sólo escuchar tu voz ante una llamada tan
distante… con sólo escuchar tu nombre, con sólo verte a través de una ventana
aunque sólo fuera producto de mi tan retorcida imaginación, y esas gotas de
lluvia que tanto disfruto.
No he podido
emitir una sola palabra, no por falta de valor, sabes que estoy indispuesta
estos días, gritarte… no puedo, buscarte… no puedo, amarte… pero en secreto y
con tanto dolor.
Gran gran
amor, radiación de sonrisas innecesarias, mis labios están tan secos desde tu
partida y es que su resequedad no se ha ido ni con esos labiales que tanto te
gustaban, recuerdas su sabor? Recuerdas cómo sonreías a mitad de nuestros
besos? Recuerdas como se apagaba el frío?
Pues estos
choques eléctricos me han sacado de mi creatividad… puedo ver a pesar de la
venda que dejaste en mis ojos, que todo lo que crece a tu manera nunca
cambiará, que las personas aprenden a disfrazar las palabras tan bien como
aprenden a disfrazar sus sentimientos.
Vete por
favor, que odio que me vean llorar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario