lunes, 9 de julio de 2012

Figura número dos.


No me di cuenta, es que quizá dejé que sucediera muy rápido, quizá esa barrera protectora me falló, pero es que estaba tan perdida en mis ilusiones de conocer como la palma de mi mano a un extraño que pensé que quizá por primera vez no me iba a equivocar.

Me inyecté muy pronto de ti, supuse que estaba mal, pero en verdad que no me importaba en esos momentos, lo medité, lo soñé, lo escuché una y otra vez en mis realidades alternas, sabía que era muy pronto, las imágenes moviéndose con un efecto ajeno a los que yo conocía, todo tan lento pero sucediendo tan rápido, creo que me enamoré de que limitaras mis posibilidades de ser feliz, porque aunque no llegué a esa felicidad, sabía que contigo la podría lograr, pero era como si me estuvieras quitando algo tan anhelado y me lo estuvieras dando por partes, como una recompensa por mi amor.

Ese sentimiento de mi piel erizada por sólo escuchar tu voz ante una llamada tan distante… con sólo escuchar tu nombre, con sólo verte a través de una ventana aunque sólo fuera producto de mi tan retorcida imaginación, y esas gotas de lluvia que tanto disfruto.

No he podido emitir una sola palabra, no por falta de valor, sabes que estoy indispuesta estos días, gritarte… no puedo, buscarte… no puedo, amarte… pero en secreto y con tanto dolor.

Gran gran amor, radiación de sonrisas innecesarias, mis labios están tan secos desde tu partida y es que su resequedad no se ha ido ni con esos labiales que tanto te gustaban, recuerdas su sabor? Recuerdas cómo sonreías a mitad de nuestros besos? Recuerdas como se apagaba el frío?

Pues estos choques eléctricos me han sacado de mi creatividad… puedo ver a pesar de la venda que dejaste en mis ojos, que todo lo que crece a tu manera nunca cambiará, que las personas aprenden a disfrazar las palabras tan bien como aprenden a disfrazar sus sentimientos.

Vete por favor, que odio que me vean llorar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario