jueves, 5 de julio de 2012

Las despedidas siempre son en silencio


Me duele mucho la cabeza de tanto pensar en todo esto, creo que se enteró de que hice trampa, pero porqué le importó tanto? Realmente le molestó que le mintiera? Y que pretendiera otra rutina? Le dolió sentirse como yo? Que incómodo…. sus manos dejaron de pertenecerme, pero como siempre, me olvidaron, no necesito más pruebas, lo único que he querido estos últimos días ha sido desaparecer, creo que ha sido muy evidente en mis pensamientos el uso constante de mi palabra favorita en estos momentos “desaparecer”. Valor, dónde estás?

Tengo un cierto límite, lo alcancé, me dijeron que me apoyarían, que me buscarían ayuda, pero nunca llegó, ni siquiera han notado esa ausencia, quizá no es tan importante, quizá se quedaron en el momento en el que el tópico eran quejas y tristezas.

Esa debería ser yo, haciendo música para ti; él tenía razón, si hubiera aprendido a expresarme así, es muy probable que en estos momentos no estuviera aquí, creo que es una buena opción aprender, en estado de ebriedad me prometió eliminar esas barreras que no me lo permitían…

Quiero conjugar muchos verbos contigo, quiero aprender a sonreír con el alma, quiero eliminar la moral, quiero disfrutar cada holograma del día a tu lado; no es necesario que te prometa que seré perfección, me hace falta que me lo prometan, que sea honesto, que sea frágil, que sea más fuerte que mis demonios, que sepa escuchar más allá de las palabras, más allá de las miradas.

Pues yo creo que cada movimiento es arte, valorarte…, te fallé, fui yo? Perdóname… nunca quise, pero cuando más te necesitaba, ambos nos derrumbamos, tú viajaste y yo permanecí en las mismas paredes que me contuvieron, ODIO con todo pequeño temblor de mi cuerpo estar hablándote, estar pensando en este parpadeo.

Sabes por qué estoy aquí? Porque el suelo me resulta más cómodo que tus pensamientos, que tu ausencia, por mi propio bien, por mi propia oscuridad, si tan sólo te pudiera demostrar lo bien que estoy sin ti, si tan sólo pudiera contar mis anécdotas sin ese toque de desconsuelo.

Todo lo que arde dentro de mí, dejó de ser para ti en el momento en el que te volviste “gente”, perdiste tu esencia de persona, te volviste uno más, las lágrimas permanecen dentro porque el fuego yace en el interior, mi fortaleza ante tu ausencia, seguiré firme.

deletrea…

No hay comentarios:

Publicar un comentario