El día en que desperté con ansias me fui a recorrer puentes, a contar retratos donde se involucraran más de dos amantes, pedía un instante más, todos portaban sombreros y trajes, me quedé atrapada en el siglo XVII, ha de ser mi favorito, guarda los diarios en los que tu presencia me acompañaba a fumar, son los más deliciosos, el calendario me avisó, es hora de hacer maletas aunque sigo sin encontrar las cortinas, el sol me ciega, algodón y aromas.
Te estuve esperando más de 4 horas, prometí hacerlo por menos tiempo, pero es que esa deliciosa sensación de tenerte junto a mí y jugar con tus labios me recuerda tanto a esa futura sensación de felicidad, reíste cuando te conté mis secretos, reíste cuando te besé, fue lo mejor, y una increíble música de fondo, quiero volver, mira que descubrimos, lento, todo se mueve, pero lento, por los dos, nos ha tocado este momento, esta imagen, espera, detente, tomaré una foto, un recuerdo, sin flash para no espantar.
A falta de conciencia he decidido tomar apuntes de tus hábitos, arrojarán resultados incongruentes, los organizaré, racionalizaré, huele a ti, huele a serenata en viento, que delicia, pasión y emoción, lo hago cada que me llega un mensaje para avisarme que te has puesto en marcha para alagarme. Recostémonos en este bello momento, te llevaré lejos, es un lugar dónde nadie nos verá, es un lugar donde nos movemos con el viento, donde quiero agudizar lo que siento.
Promesas, no valen nada, tengo esa pregunta desde hace algún tiempo, sería posible cubrir las heridas, olvidar parece ser más fácil que reemplazar o sustituir, cariño, qué no ves que yo no tengo salvación?
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