Emilio.

No sé qué hacer o qué decir, últimamente me había sentido feliz, el día de hoy no sé cuál es mi estado de ánimo…

A veces temo de mí misma, no sé en qué tipo de persona me he convertido, ni siquiera me he estado equivocando tanto como antes, porque yo sé que muchas de las cosas que hago están mal, pero me niego y me rehúso a renunciar a ellas.

Fue tan triste esa necesidad que tenía de correr y besarlo al ver cómo se marchaba, fue tan increíble ese impulso que salía de mi pecho, pero se supone que yo no creo ni una sola palabra de lo que dice, pero por unos simples instantes ha logrado engañarme, sé el tipo horrible de persona que es, quizá el mismo tipo de persona que soy, andando en diferentes calles, "Situaciones que terminan en asaltos".

Que egoísta, pero pienso que  a veces las personas esperan mucho más de mí y de mi actitud, mucho más de lo que puedo dar, mucho más de lo que puedo superar.

Había sido una buena noche, por primera vez no lloré por el pasado, me sentía tan feliz de ese momento, lo estoy olvidando por mi cuenta, pero temo por las personas involucradas, quizá esas personas son demasiado para mí, para estar con este incendio andante, no merecen ser tratadas así, no deberían desperdiciar sentimientos en mí.

Quizá ahora no me siento bien conmigo misma, pero CARAJO! Me siento bien con él… pero no puedo evitar el qué dirán… porque quiera o no, me importe o no, la sociedad… la sociedad termina haciendo tu persona, todo y todos dependemos de la sociedad, tonto el que diga que no, no se puede sobrevivir sin ella, por eso temo, temo por mi persona…

Tengo tantas cosas que quiero decir en este momento, pero caigo en lo mismo, porque pienso, quizá si él estuviera conmigo en estos momentos, no me hubiera desviado tanto, no hubiera cometido tantos errores, todo sería más fácil.

Simplemente ahora es mejor que me quede callada, cualquier palabra que pueda ahorrarme podría salvar la poca persona que queda de mí.