martes, 17 de abril de 2012

Le tomé una foto al infinito.

(… y nunca termino escribiendo lo que ando pensando…)

De pronto miré el reloj y las paredes se derrumbaban, quizá estaba usando mucho la palabra “quizá”, suponiendo como siempre, hay tantas cosas que en estos momentos no me vendrían bien, como él, y es que lo noté algo raro, como a punto de voltear y besarme, pero otra vez quizá…

Me soltaron el collar con todo y la correa, sí, de esas que evitan que se te peguen las pulgas, me anticipé a juntarme con los enfermos, padecí de locura, ante mi rehabilitación y un diagnóstico erróneo me dejó ir por las razones equivocadas. Han pasado los siglos y mi cabeza me sigue doliendo, si tan sólo pudiera dejar de pensar, recordarme, me abandoné por alguien a quien ni siquiera le importé…

Verdaderamente lo quise más de lo que él me quiso, arbitrario, no? Creo que eso se puede discutir.

Ya no me gusta despertar con los sonidos de los golpes en la pared, a poco y no me veía más obsoleta y cansada? Pues sí, pero no puedo evitar gastar mis pocas fuerzas pensando en que debo mejorar, me han creado la fama errónea. Hablo en general.

Me quedé atascada en otra cama sin salida, donde las sábanas se atan a mis manos, pies y cuello, a veces no me dan ni ganas de levantarme, pero lo intento, cómo poder demostrar que lo estoy intentando? Que en verdad no me estoy rindiendo, sólo estoy esperando a poder dar todo. Sé que soy más que una canción, más que un ventana abierta, más que el otoño y sus hojas cayendo o más que un beso correspondido.

Hay amor, si te dieras cuenta que mientras tú te quedaste aquí tomando de la mano a mi fantasma, yo me marche antes de que todo empezara…

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